Black Mirror. La serie de las navidades. Hace unos días leímos en 5ª temporada:
«Son tres capítulos que juegan con la exageración y la provocación para retratar a una sociedad adormecida y dominada por la tecnología»
Qué exageración, pensé. Pero ese aire ciberpunk me supera, y al par de días leí el artículo de Charlie Brooker presentándola: «the dark side of our gadget adiction». Y me convenció más. La descargamos. No cometáis el error de tardar tanto como nosotros. Si aún se estilan los propósitos de año nuevo, Black Mirror es el espejo donde tenemos que mirarnos. Porque, en el 2012, se necesitan de nuevo esfuerzos en favor de las libertades civiles en internet. La caballería e infantería se atisban ya en el horizonte.
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