A la hora de seleccionar una aplicación se valoran habitualmente factores tecnológicos -qué nos permite hacer la aplicación- y económicos -cuánto nos cuesta lo que necesitamos. Y se nos olvida un tercer factor muy a tener en cuenta: los aspectos sociales del proyecto, la comunidad de usuarios y desarrolladores que lo mantienen vivo.
A lo largo de una serie de post que inicio hoy voy a presentar un análisis de las comunidades de 3 proyectos de referencia en el mundo SIG: GRASS, gvSIG y QGIS. Durante el proceso de selección nos hemos quedado con estos 3 porque consideramos que son los más importantes y maduros SIG de escritorio, están además bajo el paraguas de la Fundación OSGEO y presentan diferencias en los actores que los gestionan.
¿Qué hemos hecho?
En los más de 25 años que tiene el movimiento del software libre, se ha demostrado la gran capacidad de creación que tiene un modelo centrado en la comunidad. Un modelo que, además, ha mostrado su viabilidad expandiéndose a otras áreas: creación de contenidos (wikipedia), creación de datos cartográficos (openstreetmaps), traducción de libros, etc. Pero si bien conocemos su potencia, poco sabemos sobre “cómo crear y gestionar una comunidad“. Lo único que podemos hacer es observar qué han hecho los demás y cómo les ha ido. Probar. Tratar de extrapolar heurísticos de la experiencia de otros.
Para contribruir al entendimiento de cómo funcionan las comunidades de software libre –Francisco Puga, otra gente del Cartolab y yo- hemos realizado un análisis de las comunidades en base a la información pública que generan. Los actores de una comunidad interactúan entre sí, y, cuando eso ocurre a través de internet, las interacciones dejan rastro:
- Listas de correo: los mensajes contienen la fecha, el autor, etc.
- Wiki: es posible obtener información sobre el autor, la fecha de creación, el número de ediciones de una página, etc.
- Sistemas de control de errores: información sobre quién y cuándo se reportó, si está resuelto o no, etc.
- Sistemas de control del código: podemos obtener la actividad sobre la aplicación basándonos en el número de cambios (commits), conocer quién los hizo, la fecha, etc.
Con la base de esta información pública disponible, lo que hemos hecho ha sido un estudio cuantitativo sobre las comunidades que rodean y sostienen a estos proyectos.
¿Cómo lo hemos hecho?
Gracias a la disponibilidad de ciertas herramientas que nos facilitaron el proceso de obtención de información, además de tener en cuenta la calidad de los datos para poder hacer comparativas entre los proyectos, lo que finalmente logramos hacer fue lo siguiente:
- Sistemas de control de código: hemos volcado toda la información disponible al sistema de control de versiones git para luego parsear su histórico. Esto nos ha permitido estudiar toda la historia de desarrollo de los proyectos hasta diciembre del 2010. Datos para grass – gvsig – qgis
- Listas de correo: hemos usado para ellos la herramienta mailingliststats -que construyó principalmente Israel Herráiz, thanks bro!– con datos desde marzo de 2008 hasta diciembre de 2010, en base a:
Algunas aclaraciones sobre el estudio de las listas de correo:
- Los 3 proyectos tienen muchas más listas para diversos aspectos (traducciones, dirección del proyecto, listas locales, etc). Nos hemos centrado en éstas porque creemos que son suficientes para marcar la tendencia, que realmente es lo que nos interesa; no los números gordos que serían engañosos.
- En el caso de las listas de usuarios, para gvsig hemos estudiado además de la lista internacional, también la española. Ésta última es donde nació el proyecto y muestra todavía la actividad principal. No hacerlo introduciría sesgos.
- Por desgracia, la calidad de los datos nos ha limitado el período de estudio: hemos conseguido analizar desde Marzo de 2008 hasta diciembre del 2010.
¿Para qué nos vale?
El estudio de una comunidad tiene diferentes enfoques. El nuestro se basa en el modelo que divide a la comunidad en 3 niveles de participación e implicación:
- Leaders: aquellos que construyen el producto.
- Power users: aquellos que lo adaptan a sus necesidades y lo usan intensivamente.
- Casual users: aquellos que lo usan para una tarea concreta.
Esta aproximación facilita la comprensión de cómo funciona realmente la comunidad, ya que no es lo mismo la aportación de una persona a través de un único mensaje en una lista de correo a la de alguien que se ha pasado 6 meses creando la aplicación. Nos aporta además, información sobre la adopción de las herramientas así como patrones de participación y actividad entre los distintos actores.
Con este enfoque y metodología hemos conseguido realizar los siguientes indicadores:
- Tendencias de adopción entre usuarios: basado en las listas de correo.
- Tendencias de adopción entre desarrolladores: basado en las listas de correo.
- Actividad y fuerza de trabajo: basado en contribuciones de código (commits).
- Análisis de composición de la comunidad: basado en contribuciones de código.
- Análisis generacional: basado en contribuciones de código.
En las siguiente semanas iremos publicando los resultados del estudio, de cara a comprender mejor cómo funciona una comunidad de software libre. Stay tunned!
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