La noticia de la semana es que Iberdrola ha sido sancionada por manipulación de precios de mercado (PDF de la sanción). Está acusada de subir artificialmente el precio de la energía de las centrales hidroeléctricas a finales de 2013. Según el regulador, los beneficios habrían sido de 20 millones y la multa es de 25, aunque otros expertos dicen que los beneficios podrían haber sido el triple. Por ponerlo en perspectiva, si un particular usa para autoconsumo un panel solar no inscrito en el registro la multa puede llegar a 60 millones.
Para entender el caso, conviene saber cómo se establece el precio de la energía: a mayor uso de gas y carbón en la generación, mayor precio. Así, en períodos con mucho viento, lluvia o sol los precios son menores. La trampa de Iberdrola ha sido que, en un período de bajo uso de renovables, se guardó el agua disponible para generación hidroeléctrica (a pesar de que no era época de sequía) para favorecer que se tirase más de gas y carbón. El resultado fue que millones de consumidores de energía en España han pagado ese sobrecoste en sus facturas. Esto ocurrió días después de que el gobierno decidiese retirar 3.000 millones en subvenciones a las eléctricas para usarlos para paliar el déficit del estado.
¿Qué puedo hacer?
Lo cierto es que es un caso frustrante y humillante. Lejos de ser un algo aislado, es una gotita más que contribuye a extender la imagen de instituciones energéticas capturadas.
¿Qué puedo hacer ante esto? Usar mis superpoderes:
- como consumidor, elegir distribuidoras energéticas que además apuesten por la producción de renovables.
- como ciudadano, difundir esta vergüenza y ayudar a la creación de una opinión pública favorable a arreglar este desaguisado.
- como votante, acudir a la cita del día 20D de diciembre favoreciendo opciones que tengan en su programa la creación de un verdadero mercado de la energía y la transición hacia energías verdes.
Pasa la bola. Compartir la frustación la hace más llevadera.
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