Comunidad: identificando el talento

Que estamos en un mundo donde el motor principal de la economía es el conocimiento es un hecho que no merece la pena ser repetido. Pero que debido a esa característica, las personas vuelven al centro de generación de riqueza … es algo que se pasa muchas veces por alto. Aunque ésa sea la principal clave para comprender el fenómeno llamado peer-commons, producción entre iguales … o simplemente producción en comunidad.

Si tratamos de mapear los principales factores que han cambiado el entorno económico en que nos movemos podemos decir que son 3 principalmente:

  • La materia prima: los bienes de información

Los bienes de información son la materia prima de este modo de desarrollo histórico. Y como tal tienen unas características especiales. Este tipo de bienes -los bienes intangibles– se dice que son bienes no-rivales debido a que el consumo por uno de nosotros, no excluye el consumo posterior por otra persona. Es decir, no existe una apropiación del recurso que restrinja el uso por otros agentes. Esto es lo que configura el nuevo entorno, al que Juan Urrutia ha llamado la lógica de la abundancia en contraposición con la lógica de la escasez propia de la época industrial.

  • Costes de producción: la digitalización

Por otra parte, los bienes de información, en general, tienen unos altos costes de producción pero bajos de reproducción. En este sentido, la digitalización de la información ha supuesto una enorme reducción de los costes en ambos procesos. Es fácil observar cómo la llegada de los ordenadores personales ha disminuido los costes de creación multimedia o programas informáticos, pero también han bajado enormemente los costes de reproducción gracias a las grabadoras, redes peer-to-peer, páginas web, …

  • Costes de comunicación: internet y las tecnologías de comunicación personales

Finalmente, la emergencia de tecnologías móviles personales e internet han reducido drásticamente el coste de la comunicación, permitiendo además intercambios de info de mayor ancho de banda (pensad por ejemplo el cambio que supone una comunicación por teléfono fijo en los 80 o realizar hoy una videoconferencia mientras se visualiza un gráfico de para el diagnóstico médico en tiempo real).

Estas 3 características fundamentales han puesto de nuevo en el centro de la cadena productiva al intelecto humano, los han empoderado como los verdaderos protagonistas de los intercambios económicos. Así, de una sociedad donde las personas eran consideradas un elemento más de la cadena de producción (y por lo tanto fácilmente sustituibles) hemos pasado a una sociedad donde la producción no se sostiene sin ellos.

Nuestros padres trabajaban en fábricas donde eran fácilmente sustituibles (por robots o por otras personas dispuestas a cobrar menos que ellas). Nosotros trabajamos como consultores de residuos nucleares, biólogos, dj o informáticos: trabajos que no pueden ser hechos más que por la persona adecuada. El know-how y el valor agregado, ya no residen en el proceso o la logística de producción sino que reside en las personas: cuando una discoteca pierde a su dj en favor de otra, perderá también a los clientes que acudían por la experiencia proporcionada por ese dj; cuando una consultora pierde al técnico que mejor conocía el proceso de tratamiento de residuos no podrá vender de nuevo esos servicios con la misma calidad; cuando el programador certificado como desarrollador MySQL cambia la empresa en que desarrolla, se lleva con él los conocimientos para realizar su trabajo.

Es por esto que, hoy, una de las tareas principales de la actividad económica consiste en identificar y retener el talento, no en cómo organizar la jornada de trabajo de los empleados. Pero ésta es una tarea ardua porque el talento humano es altamente variable, depende de infinidad de factores: motivación, disponibilidad, experiencia, capacidad, …

Las empresas y los mercados tratan de superar esta dificultad diseñando mecanismos de compresión de la info (por lo tanto con pérdidas) y esquemas de incentivos para tomar decisiones (contratos, currículos, empleado del mes, …), actuando sólo parcialmente en este problema. Una de las principales tesis de Benkler en Coase’s Penguin or Linux and The Nature of the Firm, es precisamente que la organización de la producción en torno a comunidades es superior en identificar el talento humano ya que:

it places the point of decision about assigning any given person to any given set of resources with the individual.

Es decir, es uno mismo quien se auto-identifica como la persona adecuada para realizar la tarea sin necesidad de utilizar mecanismos de compresión de la info:

As human intellectual effort increases in importance as an input into a given production process, an organization model that does not require contractual specification of effort but allows individuals to self-identify for tasks will be better at gathering and utilizing information about who should be doing what than a system that does require such specifications.

[…]

this provides an information gain over firms and markets, but only if the system develops some mechanism to filter out mistaken judgments that agents make about themselves. This is why practically all succesful peer production systems have a robust mechanism for peer review or statistical weeding out of contributions from agents who misjudge themselves.

Así, según Benkler, la mejora en identificación del talento, es una de las razones por las que las comunidades emergen como sistema de organización de la producción en detrimento de mercados o empresas. Pero junto a ésta, las comunidades tiene otra ventaja competitiva: la asignación de los recursos. De ella hablaremos en próximos posts.


Comments

7 responses to “Comunidad: identificando el talento”

  1. Un post grandioso.
    Sólo un punto con el que no estoy de acuerdo. Dices que los costes de producción han disminuido pero eso no es del todo cierto. La creación de una película está al alcance de cualquiera, pero las películas que dan elevado rendimiento (excepciones aparte) cuestan mucho dinero, el portafolio de música de un dj que use música con copyrigth cuesta mucho dinero, desarrollar un software implica pagar a mucha gente, mantener servidores, …
    Por otro lado no se si internalizas los costes de formación (hoy en día son más elevados que nunca) dentro de las aptitudes de cada persona, o si habría que considerarlo un coste de producción aparte

  2. […] otro lado tenemos una magn

  3. […] Pensando en red. Filosofía Open-Source. « Comunidad: identificando el talento […]

  4. Fran, no quiero decir que sea gratis producir un bien intangible … sino que es más barato que antes y que por ello surgen nuevas formas de organizar la producción, a las que deberán enfrentarse también los “productores tradicionales” (léase discográficas, empresas de software, … ), ya que golpean directamente su modelo de negocio, la forma en que ganan dinero.
    Por supuesto, existen trabas a lo que estoy diciendo aquí y en el siguiente post: el libre acceso a la materia prima. Esto es una de las batallas de nuestra época: eliminar las restricciones de acceso a los recursos (propiedad intelectual) … para desencadenar más fenómenos de peer-production.
    Imaginarse un mundo sin propiedad intelectual (o restringida a aquellos sectores estrictamente necesarios) es imaginarse cómo la creatividad humana y la creación de valor que estamos viendo en muchos proyectos organizados según la lógica de la comunidad (wikipedia, software libre, …) se expandirá a otros sectores de creación.

  5. […] lo que estrategias que optimicen la identificación y asignación de este recurso escaso se impondrán ante otras que sufran pérdidas (como los […]

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